Cuando envejecemos tienen lugar muchos cambios en nuestro cuerpo y podemos ser más propensos a padecer dolencias asociadas a la edad.
Experimentar dolor de brazos y cansancio puede deberse a múltiples causas, tanto patológicas como derivadas del envejecimiento.
En este último caso la falta de energía y la condición de los músculos juegan un papel relevante.
Dolor de brazos y cansancio: ¿cómo están tus músculos?
El estado de los músculos es un factor importante en la aparición de dolores asociados al cansancio.
Con la edad tiene lugar una reducción progresiva de los músculos, fruto de la pérdida de masa y fuerza muscular, con la consecuente afectación de la capacidad funcional.
Se trata de un cambio hasta cierto punto natural, consecuencia de cumplir años, que se produce de forma gradual.
Aunque existen factores que no podemos modificar, como el propio envejecimiento, sí hay otros en los que, al menos, podemos intervenir para prevenir el deterioro de nuestros músculos o evitar el empeoramiento de la situación.
- Por ejemplo, el sedentarismo y el desuso de los músculos acentúa y acelera la pérdida de masa muscular y la aparición de atrofia.
- Es decir, la inactividad y la falta de ejercicio físico regular nos hace más propensos a sufrir dolor de brazos y cansancio, así como otro tipo de dolores musculares.
- Por tanto, llevar un estilo de vida saludable y mantenernos activos a cualquier edad nos ayudará a mantener unos músculos fuertes y sanos.
Falta de energía, dolor de brazos y cansancio
Con el envejecimiento también se produce una pérdida de energía física que a menudo se experimenta como una sensación de fatiga o agotamiento.
Esta falta de energía puede estar asociada a una mala condición de los músculos, a la sobreexigencia física e incluso mental, a un descanso insuficiente o las alteraciones del sueño, entre otros.
No se debe ignorar la sensación de falta de energía, ya que puede tener un impacto importante en la calidad de vida, sobre todo a largo plazo, y contribuir a la aparición de cansancio crónico.
Y es que esa cronificación del cansancio puede favorecer la pérdida de independencia y el aislamiento social, algo que también puede repercutir en nuestra salud emocional.
Si además la falta de energía se experimenta junto a un dolor es conveniente estar alerta, consultar a nuestro médico y tomar las medidas necesarias.
¿Qué hacer ante la aparición de dolor de brazos y cansancio?
Como se mencionaba al comienzo, la aparición y confluencia de estos dos síntomas puede deberse a múltiples causas.
El deterioro de los músculos y la falta de energía debidos al envejecimiento puede ser una posible causa.
Esto no significa que debamos resignarnos. Incluso cuando no se debe a una patología, se pueden poner en práctica diferentes medidas que nos ayudarán a mejorar la situación.
- Una nutrición saludable, que nos aporte todos los nutrientes necesarios para nuestra situación particular y que sea equilibrada es una de las cosas que, sin duda, puede contribuir a que nos sintamos mejor.
- Llevar una vida más activa, incorporando el hábito del ejercicio físico para fortalecer y preservar la salud de nuestros músculos, también nos reportará grandes beneficios.
- El ejercicio físico no solo ayuda a mejorar el estado de los músculos, sino que también, y aunque suene paradójico, contribuye a reducir la sensación de cansancio o fatiga.
- Por tanto, es importante esforzarnos por llevar una vida activa y fortalecer nuestros músculos.
- No obstante, algunas enfermedades pueden inducir una mayor sensación de pérdida de energía y causar, además, dolor en los brazos. Por ejemplo, la artritis reumatoide que afecta a las articulaciones.
- También existen diferentes patologías crónicas que pueden aumentar el cansancio, y enfermedades como la fibromialgia pueden ocasionar dolor en los brazos.
- Además, algunos medicamentos también pueden propiciar la aparición de fatiga o sensación de agotamiento.
Por todo ello, siempre es conveniente consultar con nuestro médico.
En especial cuando el dolor de brazos y el cansancio aparecen de forma repentina o drástica y se prolongan en el tiempo sin mejoría.
Además, si nuestro médico corrobora que no existe ninguna patología subyacente y determina que nuestro dolor de brazos y cansancio se debe a la edad y la falta de actividad, podrá asesorarnos u orientarnos sobre los ejercicios más adecuados para nosotros.
En definitiva, no deberíamos asumir que, solo por hacernos mayores, es normal e inevitable sentirnos faltos de energía y sufrir dolores; sino tomar las medidas adecuadas para mejorar nuestra situación.
Esperamos haberte ayudado a comprender mejor la aparición del dolor de brazos y cansancio en relación al envejecimiento y, sobre todo, haberte dado razones de peso para llevar una vida activa que te permita hacer frente a la falta de energía.